Llegué a mi hogar, qué felicidad... Aquí estoy nuevamente en Delhi en el hotelito cerca al aeropuerto que me acoge cada vez que vengo... no tengo motivos para quedarme en esta ciudad más que unas cuantas horas; quiero irme volando a Pune e instalarme ya. Aunque de regreso me quedaré un par de días porque aquí vive una persona muy querida, el señor Kumar. Durante su estadía en Lima, el fue mi guía espiritual, escuchaba todas mis inquietudes y dudas y siempre me aconsejaba; así que esta vez sí hay un motivo importante para quedarme en Delhi.
Mientras escribo estas líneas estoy comiendo chapati y tomando mi chai calientito... aunque no lo crean hace frío en Delhi, y yo que soy friolenta ya se imaginarán.
Mis vuelos estuvieron de lujo; salieron en hora me embarqué en todos y llegué a mis conexiones con harto tiempo; repetía una y otra vez "el tiempo no existe" y todo salió perfecto, ni en migraciones ni en seguridad habia cola (algo "rarísimo" en Miami). Una vez más Ganesha me daba una lección y aunque meto la pata una y otra vez, estoy haciendo el esfuerzo por escuchar, por aprender, por aceptar.
Son las 11:45pm y no tengo sueño porque dormí como 10 horas en el avión ... mañana a levantarse al alba porque mi vuelo a Pune sale muy temprano; tenía que ser así porque tengo que llegar al instituto temprano para registrarme, matricularme y recoger mis horarios de clase.
Tengo que darme un baño porque ya huelo a vaca, aunque no tendré problemas con eso porque las vacas aquí son sagradas, jeje!!
Creo que eso es todo por hoy. La gente sigue llegando al hotel... increíble: la primera vez que vine el hotel acababa de ser inaugurado y yo era la única huésped y ahora está full (acaban de chotear a un alemán). Eso es bueno porque significa que la gente sigue viniendo a India a pesar del desafortunado ataque terrorista en Bombay. Cómo no van a venir si este es un lugar maravilloso y privilegiado.
Mañana será un nuevo día y si hay tiempo me sentaré a escribir desde mi cuarto en Morvi House en la zona de Koregaon Park, Pune. Esa será mi estación, mi bunker, mi barrio.
Nos vemos luego.
Namaste